4 acciones para preparar nuestro corazón en Navidad
Prepare a su corazón para la Navidad.
¿Qué cenaremos en Nochebuena?, ¿Cómo vestirán nuestros hijos?, ¿enviaremos tarjetas y saludos navideños?, ¿jugaremos al amigo secreto?, ¿habrá regalos bajo el árbol?, ¿será Papá Noel, el Niño Dios o los Reyes Magos?
Así como estos, tenemos un largo etcétera de preparativos para la Navidad. Pero, debemos saber que el preparativo más importante a veces pasa desapercibido.
¿Cómo preparamos nuestro corazón para la Navidad?
La respuesta puede resumirse en seis palabras: amando y haciendo obras de amor. La lista de acciones para preparar nuestro corazón en Navidad puede ser inmensa de acuerdo a la situación de cada uno de nosotros, pero aquí le dejamos algunas sugerencias, especialmente si tiene niños en casa.
- Prepare el nacimiento, el árbol y la corona de adviento junto a los pequeños del hogar. Elijan en familia un lugar muy especial y visible de la casa para cada uno de estos símbolos navideños, como recuerdo diario del gran acontecimiento que se acerca.
- Lea cuentos o historias navideñas. Los padres más creativos pueden, incluso, inventar historias en la que los protagonistas sean los niños alrededor del pesebre, llevando regalos de amor a Jesús y recordando la verdadera historia del nacimiento.
- Rece en familia junto al pesebre. Haga una oración sencilla, donde los más pequeños puedan agradecer y hacer peticiones al Niño Jesús y terminar con alguna canción navideña o villancico.
- Quizá la acción más importante sea ayudar a los más necesitados. Los primeros en visitar a Jesús fueron los pastores y la gente del lugar, Dios quiso nacer de la manera más sencilla para estar cerca y ayudar a los más humildes, este es el verdadero espíritu de la Navidad.
¿Cómo acercarse a los más necesitados?
Pueden estar más cerca de lo que imaginamos: un enfermo, una persona atravesando una situación difícil o triste, puede ser un vecino, un familiar, el guardia del trabajo, o la señora que ayuda en casa.
Preparemos nuestro corazón con sencillez, alegría y humildad, sin olvidar quién es el protagonista de esta fiesta, para que Dios encuentre en esta Navidad nuestros corazones encendidos de amor.
Este 24 de diciembre tenemos todos una cita a la que no podemos faltar. Nos encontramos en el pesebre de Belén. ¡Feliz Navidad!