10 Hábitos de alimentación para una vida más larga

 10 Hábitos de alimentación para una vida más larga

Los alimentos son necesarios para obtener energía para realizar nuestras actividades diarias. Los hábitos de alimentación y una dieta equilibrada contribuye a fortalecer nuestro sistema inmunitario y de esta manera evitar numerosas enfermedades.

 

Elegir una alimentación correcta va a depender de su edad, peso, actividad física y necesidades. Sin embargo, hay pequeños hábitos nutricionales que hacen una diferencia en nuestra rutina diaria y nos conducen a un estilo de vida más sano:

 

  1. Establecer horarios de comida. Es recomendable hacer 5 comidas al día: 3 principales y 2 snacks, e intentar hacerlas a una hora determinada para mejorar el funcionamiento del metabolismo.
  2. Elegir una forma adecuada de cocinar tus alimentos: es mejor ingerir vegetales crudos o hervidos y carnes preparadas a la parrilla.
  3. Consumir 8 vasos de agua al día. Además de ayudarnos a mantenernos hidratados, facilita la eliminación de las toxinas del cuerpo.
  4. Reducir el consumo de sal para prevenir la hipertensión y el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
  5. Reemplazar las harinas refinadas por harinas integrales que son ricas en fibra y estimulan el sistema digestivo.
  6. Evitar los refrescos y las bebidas azucaradas. Reemplace el azúcar blanco por miel, panela, estevia o prescinda de endulzar para disfrutar el sabor real de los alimentos.
  7. No eliminar las grasas, elegir las de buena calidad: aguacate, frutos secos, aceites de oliva y de coco, salmón.
  8. Equilibrar el plato: 50% vegetales (brócoli, coliflor, zanahoria), 25% proteína animal (pollo, carne o pescado), 25% carbohidratos (harinas integrales, frutas, yuca).
  9. Evitar el consumo de leche de vaca. Puede remplazarla por leches de origen vegetal como la de almendras, arroz, soya y coco.
  10. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas. En los compromisos, elija el vodka o el vino tinto que son menos nocivos, siempre con moderación.

 

Unos hábitos de alimentación saludable debe complementarse con ejercicio diario: caminar, correr o ejercicios localizados; además de un buen descanso nocturno.