5 pautas para evitar que su hijo sufra bullying
No al bullying.
Los padres, cuidadores y maestros representan el motor del desarrollo emocional en los niños. Ningún ser humano nace sabiendo cómo manejar sus emociones, por ello, si queremos que los niños se conviertan en adultos cariñosos, compasivos, seguros y respetuosos, debemos apoyar y alimentar su desarrollo desde el inicio. Hay dos cosas que debe saber de antemano:
- Cada niño tiene su propio temperamento, dones únicos y carácter.
- No importa cuál sea el temperamento de su hijo; debe estar seguro de que nació con lo que necesita para ser exitoso en la vida.
Pero, ¿Cómo se puede cultivar su desarrollo emocional?
Una herramienta invaluable es educar con amor. Diversos estudios han concluido que un escenario de aprendizaje es más efectivo cuando se transmite en un clima donde prevalece la amabilidad y el respeto.
Le recomendamos cinco estrategias simples y efectivas para apoyar a padres y educadores en el cuidado de la salud emocional de los niños:
- Hable de los valores: Aunque sus hijos sean pequeños enséñeles por medio de cuentos o ejemplos diarios; de esta forma lograrán entender sus emociones y desarrollarán inteligencia emocional.
- Motívelos: Si su hijo muestra interés en una actividad, deporte o un nuevo aprendizaje, anímelo y convénzalo de que podrá lograrlo.
- Exprese su amor: Los niños que se sienten queridos y aceptados generan buena autoestima y se sienten cómodos con ellos mismos. No basta con palabras, debe haber gestos, abrazos, besos.
- Promueva las buenas acciones: Piense que en esta etapa usted es su principal modelo. Saber establecer límites y entender que los niños aprenden por imitación será fundamental.
- Pase tiempo con ellos. Una de las mejores maneras de cuidar la salud emocional de los hijos es pasar tiempo con ellos. Disfrútelos, paseen, jueguen y lean juntos. Lo que más apreciarán será su compañía.
Hacer de la familia una comunidad respetuosa e inclusiva donde sea posible desarrollar la empatía, la asertividad, la seguridad y la gratitud es fundamental para educar a ciudadanos responsables y competentes.