fbpx

Oscars 2025: Un premio a nuestro guion

 Oscars 2025: Un premio a nuestro guion

Las películas que son nominadas a los premios Oscars suelen tener personajes que enfrentan grandes desafíos, pérdidas irreparables y decisiones que cambian destinos de forma drástica.

 

En ocasiones nos hemos sentido identificados con algún guion o algún protagonista, porque si nos detenemos a pensar… ¿no hemos vivido nosotros también historias dignas de la gran pantalla?

 

Es cierto, no hemos caminado por alfombras rojas, ni hemos sostenido una estatuilla dorada, pero sí hemos atravesado momentos que pusieron a prueba nuestra fortaleza y resiliencia.

 

En nuestra historia personal hemos aprendido que el duelo es parte inevitable del guion de la vida. Y es que, al mirarnos en ese espejo cinematográfico, nos damos cuenta de que la historia de nuestra propia vida ha tenido momentos impactantes. Como cuando…

 

Tuvimos que decir adiós a alguien que amábamos, cuando perdimos aquella oportunidad que tanto anhelábamos, o simplemente cuando aprendimos a vivir sin lo que creíamos imprescindible. Duele mucho, sí. Pero también transforma.

 

El yo del pasado y el yo del presente

 

Si pudiéramos mirar hacia atrás y vernos en los momentos más oscuros, quizás nos sorprendería la fuerza que tuvimos para seguir adelante. Ese yo del pasado, que lloró, que sintió miedo, que pensó que no podría más, es el mismo que nos convirtió en la persona que somos hoy. Tal vez no ganamos un premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, pero salimos vencedores de nuestras propias batallas.

 

Los premios Oscars…

Galardonan los guiones más memorables, pero en nuestra vida, el guion sigue escribiéndose. Cada capítulo que cerramos deja una enseñanza, y cada pérdida nos recuerda el valor de lo que tuvimos y de lo que aún podemos construir.

 

Así que, si hoy se encuentra en una escena difícil, recuerde que no es el final de su historia. Aún quedan muchos momentos por vivir, muchos logros por alcanzar y muchas razones para seguir adelante.

 

Puede que nunca sostengamos un Oscar en nuestras manos, pero ya hemos ganado algo más valioso: la capacidad de seguir escribiendo nuestra historia, con valentía, amor y esperanza.