¿Por qué anticiparse es una prueba de amor?
Ya sea esperada o inesperada, afrontar la pérdida de un ser querido y resignarse a su ausencia física es uno de los retos más dolorosos a los que nos podemos enfrentar. Sin embargo, anticiparse a un hecho inevitable supone una valiosa ayuda, sobre todo para los familiares, en aquellos momentos de profunda tristeza y confusión.
El Sr. Ebert Serrano a partir del fallecimiento de su papá, decidió contratar los servicios funerarios con anticipación. Él y su familia palparon en primera persona cómo estar preparados para ese momento inevitable les permitió vivir la despedida con agradecimiento y tranquilidad.
Este es su testimonio:
«Mi papá falleció en pleno pico de la pandemia. Como todos los que perdimos a nuestros seres queridos en aquella época no pudimos darle la despedida digna que él merecía. Sin embargo, el hecho de que mi papá haya previsto ese momento contratando todos los servicios funerarios con anticipación, nos ahorró tanta preocupación e inquietud…
Ese fue el último aprendizaje que me dejó mi papá; no dejar lo ineludible para el final, sino ser un hombre precavido y estar preparado para ese momento duro e inevitable. El día que me toque a mí, deseo que mi familia no se vea en la necesidad de estar prestando o vendiendo sino que su única preocupación sea despedirse de mi recuerdo con tranquilidad en su corazón» dice emotivo don Ebert.
Para cuando arribe el momento del adiós haber designado un lugar concreto donde pasar dignamente los últimos momentos junto a familiares y amigos podría ahorrar mucho tiempo y preocupación a los seres queridos.
Por esto, Jardines de Esperanza promueve una cultura de prevención por medio de la contratación de planes en pre-necesidad que alivian, en la medida de lo posible, la vulnerabilidad y la angustia de los familiares.
Anticiparse a un hecho inevitable es, sin duda alguna, una prueba fidedigna de amor y respeto hacia nuestros seres queridos.