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Salas de velación, historia y preguntas frecuentes

 Salas de velación, historia y preguntas frecuentes

La historia de las salas de velación es curiosa, su origen se remonta a la Edad Media. En aquellos tiempos los familiares necesitaban asegurarse de no enterrar vivos a sus seres queridos, por ello se realizaba una vigilia de máximo 3 días (siguiendo las Santas Escrituras que vinculaba este tiempo con la resurrección), antes de confirmar la muerte del ser querido.

 

El lugar del último adiós

Hoy en día, las salas de velación se han transformado en lugares acogedores y en uno de los espacios más importantes y significativos en el proceso de duelo. No solo ofrecen un lugar digno para honrar al ser querido, sino que también contribuyen al bienestar emocional y psicológico de familiares y amigos.

 

Muchos encuentran en las salas de velación la mejor forma de honrar la vida y el último adiós a través de rezos, velas, flores, música y discursos.

 

¿Por qué asistir a un funeral?

Las salas de velación son lugares tristes, sí, pero también lugares de mucha solidaridad y compañía. Aquí se reúnen y se reencuentran amigos de toda la vida, familiares cercanos y lejanos, incluso solo conocidos que tienen algo en común: la persona que acaba de fallecer.

 

Y es precisamente esta reunión y apoyo emocional lo que permite lidiar con emociones tan duras como el dolor, la tristeza, la ira, la confusión o la propia culpa.

Hay quienes dicen que a un funeral no se invita, se participa.

 

Dependiendo de su relación con el difunto o sus familiares, podrá permanecer el tiempo que estime conveniente. Esta  es una decisión personal.

 

Experiencia y empatía

En Jardines de Esperanza queremos demostrar el más grande respeto en el momento final de la vida, por eso hemos transformado nuestras 16 salas de velación en lugares acogedores y reconfortantes. La arquitectura de nuestras salas de velación permite una atención integral de los servicios funerarios para los familiares.

 

Desde asesoría en trámites, registro de defunción, tanatopraxia, traslado del cuerpo, servicios especializados y un asistente familiar 24/7 para atender las diferentes necesidades de la familia en un momento tan difícil.

 

Este es el camino de la vida, con sus diversos matices, donde siempre hay espacio para la alegría y el dolor, para las despedidas y también para el amor.